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La
lluvia caía
en gruesas gotas,
que se hacían
cada vez más
en intenso gris,
y tu
vestido de luces
en la distancia se extinguió.
Quería llorar,
porque sé que tu adiós
será un desierto sin oasis.
Quería llorar,
porque sé que tu adiós
será una impronta
despreciable.
Quería llorar de rabia…
porque sé que tu adiós
se transformará
en una
jauría de lobos
que descuartizará
presas en mi corazón…!
Quería llorar...
porque ya me sentía solo,
y sé
que tu adiós
me va a torturar los ojos
con tanta oscuridad.
Quería llorar,
en medio
de la calle
exponiendo mis venas abiertas,
pero ya había
demasiada lluvia
cayendo.
