SIGUE DESPERTANDO EN MÍ

viernes, abril 30

No me olvides

Dibujo de:
Javier Corredor
Colombia.

El peor dolor que sufre

un hombre que valora

la existencia de la mujer,

es que ella lo olvide.


El peor dolor que sufre

una mujer que valora

la existencia del hombre,

es que él no la valore.


Porque hasta ignorándolas,

ellas siempre nos recuerdan.

Por eso, ¡nunca te olvido mujer!,

nunca lo olvides mujer.

miércoles, abril 28

Presagio una esperanza


El amor se destiñe

en la insensibilidad;

tan sencillo colorearlo.


He dado motivos

para entregar amor

y lo he encontrado firme.


Aunque ha sido

mezquino,

ha sido mucho amor.


Llevo en mis pasos

la alegría de pocos

y mi llanto goza.


Porque poco a poco

mis pasos han encontrado

alegrías olvidadas.


Dame poco, amor,

dame mucho para llorar,

dame poco para dar más.


Y qué un abrazo

no me sorprenda

esperándolo.


Qué esté en mí

cada instante de amor

a punto de regalarse.


Qué no me sorprenda

un regalo colorido tuyo,

dame tu canción.


Es muy significativo

sentirte ángel,

descubrirte ángel.


Dame poco, pequeñeces

que no necesitaste,

te sobren o te hagan falta.


Necesito una esperanza

para creerme feliz

y hallarte feliz.


Sorprende mi felicidad

con un pañuelo tuyo,

necesito un abrazo tuyo.


Para acariciar

en transparencias

la sensibilidad.


Inspirado en las imágenes del vídeo

miércoles, abril 21

Inspiración desorganizada

Aquí, tratando de retirar los últimos pesos que me quedan en la cuenta de ahorros, porque de corriente; voy al río y la veo pasar.
Y mientras cumplo con hacer fila, esto transcurre como en las escenas de un velatorio, en alguna novela cuadriculada. Esas, donde la suegra planifica como dejar a la viuda (yerna)en la calle. O el galán que espera su turno de pésame para empezar a echarle los perros, y de obvio, pensando también dejarla en la calle. O mejor aún, los cachones que esperan un descuido de sus parejas para ir a la cocina a echarse un polvito.
¡Detente men! Después tratas este tema de la cotidianidad legal, vuelve a lo tuyo, ocúpate de tu maldita mediocridad.
Si, llega una mujer con aspecto de afán -claro nunca planifica su vida-, se le olvidó hace días pagar uno de sus derechos y ya le cortaron los servicios médicos -que se muera su mamá, su hijo, su marido, ¡qué le importa esa baina al Ministro de salud! -¡Hey dejen pasar a la señora para que pague! -Grita alguien solidario-, ¡maldita sea! Otro turno que se me vuela.
Llega un señor muy estirado, que por tener en todos sus haberes unos veite mil dólares, se cree muy adinerado; está de afán y quiere que lo atiendan primero -¡dejen pasar a don tal! -grita un baboso raspa chaqueta, cree que el viejo tiene mucho billete y que luego lo recompensará por ser tan generoso- ¡qué billete va a tener! Si es un pobretón igual que yo, sólo que sus chiros son mejores. ¡Puta madre este turno no lo dejo volar, que haga fila! ¡Ni que fuera el presidente!
Y mientras mi iPod salta de Jimi Hendrix a Dj Krush o de Wormed a B.B. King; disfruto con el cotorreo de las comadres que están delante de mí; rajan del prójimo sin ninguna censura, sin pelos en la lengua y lo peor de todo es que una de ellas no sabe que su hija es una prepago y que ayer me la comí -hasta barato el polvo-.
Y el setentón que está tres cuerpos detrás, él que se alimenta con caldo de verga de toro, para no tener que comprar viagra -según él-, él guarda mucha compostura de decencia, pero en los adentro de sus lentes oscuros brillan sus mas oscuros deseos por las téticas de esa quinceañera que a su lado está, - voy a ponerme los lentes para ver si esta baina cambia-.
El maldito iPod nunca encontró a Mozart ni a Pavarotti y ya casi llegando a la ventanilla para que me atendieran; recordé que había dejado mi documento de identidad... -ay, ay puto de mierda!, otro desorganizado, con afán, chismoso y hasta maricón será.