Con mis ojos empapados de lágrimas
recibí tu boca... y mi boca temblorosa.
Ya me habías dicho lo que de ti esperaba.
Nos besamos impacientes
en medio del dulce que provoca el dolor,
del dulce que provoca el adiós.
Te abrace como la primera vez,
tímidamente
y cuando nuestros labios también lloraban;
la ausencia, la soledad,
empezaban a devorar nuestro pasado,
nuestro futuro; sólo una bruma.
Beso triste que no nos dimos,
beso triste que sólo soñé.
¿Qué hubiera sido de mí
si no lo hubiese soñado?...
sin embargo, lloré.
Ya me habías dicho lo que de ti esperaba.
Nos besamos impacientes
en medio del dulce que provoca el dolor,
del dulce que provoca el adiós.
Te abrace como la primera vez,
tímidamente
y cuando nuestros labios también lloraban;
la ausencia, la soledad,
empezaban a devorar nuestro pasado,
nuestro futuro; sólo una bruma.
Beso triste que no nos dimos,
beso triste que sólo soñé.
¿Qué hubiera sido de mí
si no lo hubiese soñado?...
sin embargo, lloré.