SIGUE DESPERTANDO EN MÍ

martes, noviembre 24

Cita para no quererse ir

Hoy después de tantas vueltas,
hemos decidido una última cita.
Cita no común para despedirse,
cita de tristeza, de daños
a los tejidos cristalino del corazón.

No sé que voy a decirte,
no sé que nos diremos,
no sé cuáles son las palabras
indicadas para mentirte,
y decirte que ya no te quiero.

Estamos aquí pendiendo de un hilo,
expresando frivolidad en nuestros ojos,
finguiendo que no nos duele
asistir a vísperas del desencanto
de una historia que un día nos unió.

No basta con que llores
para resarcir el tiempo que me has olvidado.
Sabes que sí lloro,
es porque no me quiero despedir...
es muy confuso citarnos para no volver.

Hace un segundo llegamos para irnos,
y en menos de dos palabras indicadas,
hemos descubierto,
què ningún estúpido mal entendido;
es suficiente causa para mentirnos,
para sentirnos fuertes y herirnos.

¿Te manipulo?

Los de corbata fina
y las de faldas de satín,
¡no me manipulan!

Es fácil que en una
sociedad
donde no te enseñan ha ser guía,
y dónde los que enseñan
tampoco lo son, ni quieren serlo...
-todos quieren ser titiriteros-

¡Claro! ahí donde todo lo queremos
molidito y en la boquita;
debe ser muy lucrativo
ser manipulador.

¡A la mierda! Con todos esos
que dicen tener necesidades,
primero se necesita tener principios,
para después saber cuantas
necesidades no tenía ni sentía.

Y lo peor de todo, es que hasta
el perro que no tiene chanda,
también aprovecha
la falta de liderazgo
para dejarse manipular.

Tengo mi disfraz mimetizado
con palabras falsas e hipócritas…
¡A ver, a ver! Dónde están
los estúpidos y las estúpidas
qué quieren que les dé por el culito.